La técnica del Glaze.
Este mueble lo he trabajado con la técnica Glaze para conseguir este acabado final similar a la “piedra”.
Primero, como siempre, he preparado la pieza. La he lavado bien con nuestro nuevo “omniclean” (un potente desengrasante). De esta forma nos olvidamos del amoníaco.
He hecho las reservas, protegiendo bien la parte que no queremos que se manche. En este caso, he decidido dar una primera capa de imprimación. Podemos imprimar por diversos motivos pero, en este mueble, era para evitar un posible sangrado, ya que al lavarlo me di cuenta de que “desteñía”, de los mismos tintes de la madera y esto me habría podido manchar la pintura.
Una vez hemos preparado la pieza… ¡A pintar!
Cuando utilizas el Glaze, trabajas siempre con una misma gama cromática: de oscuro a claro. Aquí me he decidido por la gama de los marrones-tierras para conseguir el efecto “piedra” utilizando el nuez moscada, café con leche y blanco neutro.
He dado una primera capa opaca con el color nuez moscada.
Una segunda capa con el color café con leche, pero mezclada con el Glaze (40 % de pintura y el resto de Glaze). Antes de que seque, texturizamos con papel de cocina, papel de celofán…
Y la última capa con el color blanco neutro más el Glaze. En este caso, utilizando un 20 % de pintura y el resto de Glaze, además de volver a texturizar.
He acabado la pieza con dos capas de nuestro barniz al agua y completamente mate. También la podría haber acabado con cera.
El Glaze ralentiza el secado de la pintura permitiéndonos texturizarla.
Algunos ejemplos de acabado con glaze:
Pero también podemos aplicar un Glaze como os he enseñado en este artículo en un mueble o en una pared.
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